Filosofía

La formación que se imparte en el Colegio Campestre La Colina tiene como finalidad el desarrollo integral de la persona y la búsqueda de la más perfecta armonía entre sus distintas dimensiones. Propende por la formación del carácter, el reconocimiento a los valores auténticos y la adquisición de virtudes.

Desde los inicios, el Colegio ha orientado su proceso educativo de modo que egresen personas con un gran bagaje de conocimientos y competencias intelectivas, y que se destaquen por sus convicciones y valores humanos y espirituales: libres, autónomas, independientes, con iniciativa y responsables.

En el Colegio Campestre La Colina, el alumno es una persona en toda su extensión, a quien se educa en un proceso de exigencia y rigor académico, de acuerdo con las condiciones propias de su etapa de desarrollo, preparándolo para asumir la vida y su futuro, a través de un proceso educativo personalizante-humanizador, comprometido con la promoción de la cultura nacional y el sentido patrio, pero abierto a la cultura universal mediante la enseñanza de un idioma extranjero: el Inglés.

La inspiración pedagógica del Colegio ha sido la convicción de María Montessori de que “Debemos enseñarle al niño a descubrir la vida y a alcanzar su máximo potencial como ser humano…” Un potencial que en el Colegio La Colina se alcanza a través del aprendizaje activo, el descubrimiento del mundo a través de los sentidos, el aprovechamiento de los períodos sensibles, un ambiente preparado y adecuado, el uso de la observación científica, el aprendizaje significativo y la guía de un profesor competente. Los educadores de La Colina aman y respetan a sus alumnos y, sobretodo, son sensibles a sus necesidades, por eso se puede decir con orgullo que los niños y jóvenes se sienten como “en casa”.

La formación que se imparte en La Colina tiene como objetivos primordiales:

  • Propender por el desarrollo integral de la personalidad y la búsqueda de la más perfecta armonía entre las distintas dimensiones humanas.
  • Coadyuvar en la formación del carácter, en el reconocimiento de los valores auténticos y en la adquisición de virtudes .
  • Formar niños y jóvenes con sentido del deber, conciencia ciudadana y amor a Dios.
  • Brindar un medio ordenado, armónico, lleno de experiencias significativas, para satisfacer las necesidades intelectuales, académicas y culturales de cada etapa del desarrollo del alumno, que lo lleve a ser competente, proactivo y constructor de conocimiento.