Historia

El Colegio Campestre La Colina es una institución educativa privada, fundada en noviembre de 1971 por un grupo de personas entusiastas de la educación que se reunieron para realizar un sueño anhelado y requerido por la ciudad de Medellín: fundar un colegio de ambiente campestre y “familiar”, cercano al nuevo y pujante núcleo de desarrollo urbano de El Poblado. Fue así como hace 50 años se dio inicio a este proyecto educativo, con el compromiso fundacional de ofrecer una alternativa de educación integral que contribuyese a la formación humana y católica de sus alumnos, poniendo especial atención al reconocimiento de la vida como primero y principal derecho de donde emanan todos los demás, tales como el respeto al ser del educando, la promoción de los auténticos valores y la integración afectiva de los alumnos y maestros.
Con la primera licencia de funcionamiento otorgada según Resolución Nº 0239 de la Secretaría de Educación y Cultura de Antioquia del 27 de abril de 1972, se emprendió la entrañable tarea de formar íntegralmente niños y niñas en los cursos de Maternal, Pre-Kínder, Kínder y los grados 1º a 5º de Educación Básica Primaria, a través de un proceso educativo personalizado y comprometido, que hiciese de los alumnos auténticos depositarios y transmisores de los valores humanos y cristianos, y ciudadanos conscientes de sus deberes personales, sociales, cívicos y religiosos. Este ideario madurado y consolidado desde esos comienzos, ha posibilitado un sólido proyecto educativo, liderado por maestras y maestros consecuentes, idóneos y cariñosos.
A finales de 1997 y luego de varias reuniones de reflexión y análisis, primero con los miembros de la sociedad Colegio Campestre La Colina, luego con rectores de colegios amigos y más tarde con los padres de familia y alumnos, se llegó a la conclusión de que había que completar el servicio educativo, ofreciendo todos los grados de Secundaria y del nivel de Educación Media, para dar respuesta al reiterado anhelo de muchos de los alumnos de terminar sus estudios en La Colina.
El dinamismo institucional, la comprensión de las características del entorno, la atención a las necesidades formativas y educativas de los alumnos, la inclusión de modelos pedagógicos adecuados, la incorporación de las políticas educativas nacionales y los avances en la tecnología informática como recurso educativo, desde aquel comienzo hasta nuestros días, han formado un Colegio abierto a los retos de transformación y cambio, siempre fiel al ideal de formar el ser de sus alumnos como “buenos cristianos y buenos ciudadanos».