Moravia, un lugar mágico
Escrito por Juan Felipe Rodríguez Rodríguez, del grado 10°

Moravia, un lugar para la Vida
Moravia es un lugar muy especial y, podríamos decir, un lugar con ejemplo de motivación y de nunca rendirse. Toda su historia se trata de cambios y de mejoramiento a lo largo del tiempo. Su historia me dejó muy fascinado. Era un basurero y gracias a personas especiales que vieron que Moravia no podía ser un lugar así, decidieron hacer un cambio.
El Centro Cultural es un ejemplo de esto. Es un lugar donde ayudan y concientizan a las personas que tienen un pensamiento negativo o no muy agradable sobre Moravia. Les hacen ver la otra cara de la moneda, como fue en mi caso. Yo antes de ir pensé que iba ser un lugar un poco peligroso y con mucha basura a sus alrededores, pero me cambió la forma de pensar. Vi cómo de ser un basurero pasó a ser un lugar con vegetación y arte, todo en un mismo lugar. Vi cómo la gente ayuda para mantenerla limpia y agradable para ellos y para los turistas.
El Centro podría decir que es la segunda casa de los niños, que van a pasar un rato agradable. También de las familias, que van a ver las programaciones que tienen planeadas durante todos los días. Les enseñan a no tomar malas decisiones y ver otro camino en el que pueden seguir de grandes.
Caminando el barrio
Otra cosa que me sorprendió al ir a Moravia fue su jardín y la historia que tiene y de cómo pasó de ser un basurero a un jardín enorme. Pero lo que más me impresionó fueron las personas que quisieron un cambio para este sector. Cómo lucharon y rompieron el silencio para seguir adelante y cambiar un basurero de 45 mts. por un jardín con muchos cuidados y llamativo a la hora de ir. Cuando llegamos arriba yo pensaba que iba a oler un poco a basura, pero fue todo lo contrario. Cuando llegué sentí aire fresco y muy limpio, y noté que todos estaban podando las flores y limpiando las escalas. Eso fue muy lindo ya que se ve el interés de mantener limpio su hogar.

Camino a ese gran jardín
Las personas de Moravia eran personas muy amables y pendientes de todos lo que hacíamos, lo cual me pareció curioso pero simpático. Todos eran muy amables. Cuando pasábamos a su lado y yo pensaba que eran personas peligrosas, pero me sentí muy seguro. Fue una experiencia muy divertida.
Cuando caminamos por El Oasis me pareció muy lindo como la gente con sus manos construyó sus hogares. Y por lo que me informé, vi que las personas, a pesar del incendio, quieren seguir viviendo ahí. Eso me gustó mucho porque vi que les gusta Moravia y cada persona tiene su razón del por qué. Definitivamente, me encantó saber la realidad de este sector, conocer no sólo El Poblado, sino salir de nuestra zona de confort, por decirlo así, y ver la situación de nuestro país.
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